viernes, 26 de febrero de 2010

De nuevo, una noche de Rondas.... Y van 21

Se acaba febrero y quedaba pendiente esta Ronda, la 21, a la que envidó, recién comenzado el mes, la buena gente de Hipos Urinatum. En esta ocasión se nos preguntaba por aquellas cervezas que un día encumbramos a los altares y que, tiempo después, al volver a ser catadas, provocaron en nosotros un desasosiego pues la percepción que teníamos de ellas se esfumó como espuma en caña mal tirada. Baste decir que, en mi caso, muchas veces no tengo la oportunidad de repetir la misma cerveza y por lo tanto me tengo que conformar casi siempre con la primera impresión, con lo bueno y también con lo malo que ello conlleva.
Las decepciones cerveceras las suelo ligar con el paso del tiempo, la nostalgia y los momentos compartidos alrededor de una birra. Para explicarse, nada mejor que un ejemplo: durante gran parte de mi adolescencia y juventud, al criarme en Barcelona y no haber profundizado aún lo suficiente en este espumoso mundo que compartimos, mi vida social transcurría en torno a las Cervezas Damm. Por eso, para mí, la Estrella era lo mejor, por supuesto mejor que San Miguel (Mahou y Aguila -en menor cantidad- eran unas perfectas desconocidas en el panorama cervecero catalán). Pero hoy en día Estrella deja bastante que desear al igual que el resto de productos Damm. Algunos dicen que porque antes se elaboraba en El Prat de Llobregat , con agua de pozos artesanos, mientras ahora procede de Sant Adrià del Besós... Yo prefiero creer que al ampliar mi horizonte cervecero descubrí otros muchos mejores mundos. Hoy en día, si opto por una cerveza 'standard' elijo una Moritz y si es Epidor, mejor que mejor. Pero a su vez, querría saber qué opina esa gente que en su día tenía encumbrada la Moritz en el momento de su desaparición (a finales de los 70) y ahora la puede volver a probar... La encuentran igual? Es lo mismo?.... Volviendo a Damm, su producto estelar era en aquel momento la Edel. La pude probar 2 ó 3 veces y me pareció una cerveza de gran calidad, equiparable a la Aguila Reserva o San Miguel Selecta (la primera, no la actual)... Pero, cuando Damm la resucitó, en los 90, la convirtió en un producto vacío de contenido, prácticamente una marca blanca, y su desaparición fue inminente.
Para acabar y no enrollarme demasiado... expongo un caso contrario, una cerveza que en un primer momento no me gustó y que, en cambio, al darle una segunda oportunidad me ha convencido. Se trata de la Rosita de avellanas, la negra.... En fin, seguiremos comprando, seguiremos comparando, seguiremos brindando, seguiremos bebiendo, seguiremos viviendo. Ley de Birra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario