miércoles, 29 de junio de 2011

Abstemio a la fuerza...


Por motivos médicos relacionados con una prueba digestiva me veo en mi segunda noche sin beber cerveza. Han pasado ya 48 horas de mi despedida del líquido elemento y aún deben quedar otras 17. Tampoco es que sea una exageración pero los cerveceros ya sabéis como somos... cuando sufrimos el mono. Así es que el lunes decidí brindarme un placer doble y lo hice con estas 2 cervezas que, siendo ambas muy buenas, me dejaron un poco a medias pues esperaba algo más de ellas.

Encima, parece que todo va en mi contra pues hoy mismo he recibido notificación de 2 actos cerveceros que se van a celebrar en la ciudad de Valencia y que tienen como común denominador el 'mundillo' artesano. Uno de ellos es mañana mismo, en la tienda Sorbito Divino, que aún no conozco y que consiste en una degustación de 3 cervezas artesanas valencianas si bien en el programa están todos los fabricantes que conozco incluidas 'Spigha' y la para mí aún desconocida 'Galana', de La Yesa

El otro acto es otra degustación en el restaurante Ushuaia, donde las
cervezas elegidas son 'Mons', 'Tyris', 'Altura de Vuelo' y 'La Socarrada'. La fecha el 7 de julio, San Fermín.... A Valencia hemos de ir... con una birra, con una birra.....

lunes, 27 de junio de 2011

'El Monje Borracho' y no precisamente en el ojo del tigre...


Un guiño a una de esas películas míticas de mi adolescencia sirve como título a este post dedicado a un auténtico templo cervecero que si bien ya tuve la oportunidad de visitar el año pasado aún no había sido comentado en este post. Hablamos de 'The Drunk Monk' considerada una de las mejores cervecerías del mundo y que está ubicada en Mataró, al norte de Barcelona. Como sobre el lugar ya se ha hablado mucho y otros tantos lo habréis frecuentado ya, me voy a limitar a la experiencia vivida en muy grata compañía este pasado sábado.

Llegamos tarde al local, si tenemos en cuenta que el tiempo es vital para poder degustar al menos una cantidad interesante de cervezas, pero nos pusimos manos a la obra rápidamente.
Afortunadamente teníamos mesa en la terraza y para empezar nos decantamos por una Slaapmutske de barril, que a pesar de su graduación (10º) entró fantásticamente en nues
tro cuerpo. En ese momento mis compañeros/as de mesa optaron por compartir botellas grandes (75 cl), como la Sta Bernardus de Navidad, la Rulles Estival, la IV o una Golden Carolus Cuvé Van der Keizer mientras un servidor optó por una táctica más individualista.


Así, aconsejado por Sven (un encanto de persona, 'alma mater' del negocio y gran conocedor de este mundillo) y después de deambular ante las neveras cargadas de 'cervezones' opté por una desconocida para mí, una Alpaide Blond, de 8,5ºC. Me pareció fantástica, cremosa, deliciosa... sorprendente.
En esas se hizo la hora de cenar y mientras la compañía seguía compartiendo yo iba a la mía, así que para acompañar una salchicha Nurenberger, me decanté por una Brewdog Hardcore IPA de barril, que con sus 150 IBUs me sentó de maravilla. En esas se acercaba la hora de marchar, ya había anochecido y como postre elegí una De Molen que me había sugerido Pau Lúpuloadicto, la Het en Verdoemenis 666, un pequeño botellín de 18,5 cl, una gran cerveza .


Fue como tomarse el café... de manera pausada y dejando que fuera adquiriendo temperatura ambiente... Había tiempo para más, pero los 50 km de carretera para volver a casa, aconsejaban prudencia y volver otro día, con una reserva de hotel hecha.... Palabra que será así....

lunes, 13 de junio de 2011

Per Alcoi i per Sant Jordi!!!....Avant la birra i que siga 'Spigha'!!!!


Los fines de semana en el 'poble' (Penàguila) son siempre gratificantes pero nunca creí que además pudieran serlo tanto desde un punto de vista cervecero. La verdad es que cuando 'cuñao' me pidió el favor de acompañarle para descubrir una nueva birra que elaboraban unos amigos suyos y que además ellos querían conocer mi opinión, reconozco que me entró el 'doble miedo'. Primero, el pavor por lo desconocido, pues no sabía si iba a conocer a unos 'home brewers' o a alguien empeñado en elaborar un nuevo producto destinado al mercado. Segundo, un temor a la responsabilidad, pues no me considero ningún experto catador ni mucho menos, sinó alguien que ha consumido mucha cerveza y a quien le entusiasma el líquido espumoso y de repente me veía cargado con una gran responsabilidad.



El primer miedo pasó pronto, nada más conocer a Pau y Toni, dos jóvenes entusiastas de la birra, amigos de Alcoi i Benifallim y ver que su sueño se estaba haciendo realidad y que tenían muy claro su objetivo. Su proyecto se llama 'Cervesera Alcoiana' y el fruto lo han bautizado como 'Spigha'. Primero visitamos las instalaciones (la parte que a mí me apasiona menos del mundillo cervecero). Un equipamiento instalado con el asesoramiento y colaboración de 'Ca l'Arenys' (Guineu) que les permite elaborar en torno a unos 3000 litros de producción que reparten equitativamente entre sus dos cervezas, 'Spigha Gurugú' y 'Spigha Na Valona' que más adelante describiré.



Embotellan en envase de 33 centilitros aunque también lo van a hacer en el de 75cl. Etiqueta personalizada, tapón corona genérico (de momento) y ya en el sentido estricto de la elaboración trabajan con lúpulo en flor, nada de pellet.



Pau es ingeniero agrónomo y empezó elaborando, como muchos otros artesanos, cerveza en casa. La idea de hacer algo más grande le rondaba en mente y después de la 'Fira de Cervesa Artesana de Muro', en otoño del año pasado, todo se fue haciendo realidad con la ayuda de su socio Toni y otros amigos también implicados en el proyecto. Pero en fin, dejémonos de historias, pues llegó el temido (por mi parte) momento de probar las cervezas y emitir nuestro juicio de valor


Empezamos por la 'Spigha Na Valona', que recibe este nombre por la torre homónima de la ciudad de Alcoi. Se trata de una Pale Ale (yo diria una American Pale Ale), de 5,5º y unos 40 IBU's elaborada con Malta Pale Ale y lúpulo Centennial. Destacaba por su aroma lupulizado y por su intenso sabor. Fue un sorbo de satisfacción, acostumbrado como estaba últimamente a desechar muchas artesanas porque no me aportaban nada. Para mí todo un descubrimiento, muy equilibrada, intensa y a la vez muy agradable. De hecho fue tomarla y recordarme a alguna Rogue o Brew Dog. Excelente sin dudas


La 'Spigha Gurugú' se llama así en honor a la empinada 'Costera del Gurugú' una calle de Alcoi que supongo recibe este nombre por el mítico monte marroquí del mismo nombre. Sin embargo beber esta Brown Ale no requiere esfuerzo. La graduación es la misma, alrededor de unos 5,5º y evidentemente el color es más oscuro, fruto también del uso de las maltas Pale Ale, Caramalt y Chocolate, que Pau y Toni combinan con los lúpulos Galena y Kent Golding. Es también una cerveza muy agradable y de muy buen sabor pero creo que eclipsado fue debido a la intensidad de su predecesora. En definitiva, una grata sorpresa de sábado tarde, en forma de dos muy buenas cervezas (no lo he comentado pero excelente carbonatación en ambas -últimamente estaba harto de toparme con mostos o géiseres) a las que deseo lo mejor en el futuro más próximo pues ya están en condiciones de empezar a mover su producción. Espero que las ganas y la dedicación la sepan mantener y no caigan en las prisas habituales. Enhorabona!!!

lunes, 6 de junio de 2011

Madrid.... por partida Doble!



Hace unos días os comentaba en este blog algunas de mis correrías cerveceras por la capital de España con motivo de la Convención de CELCE. En ellas desgrané mi paso por algunos de esos templos birreros de Madrid pero los comentarios venían referenciados a cervecerías artesanas o locales con amplia oferta de nuestro néctar favorito. Sin embargo no mencioné esos locales castizos donde se sirven con maestría las mejores cañas de España. La semana pasada volví a patearme las calles de esa ciudad que cada vez me cautiva más y pude conocer uno de esos locales por donde no pasa el tiempo y cuyas paredes son testimonio vivo de la historia cañí. En pleno barrio de Chamberí no debéis dejar pasar la oportunidad de dejaros caer por 'El Doble'. Visita obligada amigos!




Y si os hablo de un descubrimiento también os hablo de una despedida. No quise marcharme de la 'capi' sin fotografiar las ruinas de la Mahou.




El Paseo Imperial dejó de oler a zumo de cebada hace ya algunos años pero en aquel inmenso solar ocupado por la fábrica de la cerveza madrileña ahora sólo se vislumbran los restos del derribo. Aún quedan en pie algunos de los silos y parte de la fachada principal... el resto es historia. Tempus fugit!